Tiempo etimado de lectura 2 minutos
Mi vida ha estado en revolución. Mis palabras se han quedado adentro de mí. Entro a esta página y descubro dentro del blog y en mi laptop artículos sin publicar, otros a medio escribir. Mi último blog fue en el 2021.
Me pregunto qué habrá pasado en estos últimos cuatro años que las palabras decidieron quedarse adentro. Sé que he estado súper ocupada con el trajín de cambiarme de profesión. Decidí lanzarme a ser psicóloga a tiempo completo, cerré con broche de oro mi centro Sainz Tutoring y colgué el traje de maestra luego de más de 20 años ejerciendo esa vocación. Me embarqué además en una maestría que me he llenado de herramientas para ser mejor psicóloga, pero que durante dos años me ha costado mucho sacrificio del tiempo necesario para ser solo yo. La que lee, la que escribe, la que hace cosas con su hija, se junta con su familia y con sus amigas.
¿Quizás todo eso pasó? Quizás no ha habido tiempo para el ejercicio de sentarse a escribir, cosa que cuando se quiere hacer bien, toma tiempo, amor y dedicación. ¿Igual que todo lo que se quiere hacer bien?
Pero sí, hace rato que vengo pensando en cosas que quiero decir, para las cuales me falta tiempo y me sobran dudas. Porque total, ¿para qué escribir? Tanta genta ya escribiendo, desde artículos buenísimos hasta todo tipo de sandeces sin sentido.
Además, ¿para qué exponerme? Mis murallas no son tan altas, ni mi piel tan gruesa, ¿De verdad quiero dejar que entren a mi mundo interno personas que pueden no estar de acuerdo? ¿Que me lean como una ñoña, como una chistosa sin chiste, como una insegura de primera categoría? Como si yo tuviera control de lo que piensan los demás, como si el hecho de yo dejar de escribir hará que esas personas no sean ese tipo de personas que siempre tienen algo negativo que decir.
Entonces recuerdo lo que escribí cuando abrí este blog en los dos primeros artículos que publiqué. En el primero, Llegando hasta aquí hablo sobre cómo nació y fue creciendo mi amor por la lectura, la escritura, los idiomas y las palabras. En el segundo, ¿Y... A escribir qué?, explico que tengo todo tipo de cosas que quiero compartir y que el motivo para escribir es bien básico "¡Porque me gusta! Porque me hace bien." Y a esto le agrego: escribo porque yo no soy de Instagram, ni de TikTok, ni de reels, soy de palabras escritas, que a veces me salen a borbotones y a veces de a chorritos; no soy de videos planificados y editados.
Así que aquí estoy, ¿ahora vuelvo? no, ya volví. Sin exigencias, sin obligarme a escribir con ningún tipo de consistencia, ni frecuencia. Solamente cuando el alma se rebose y así lo quiera.
Les mando a todos un abrazo fuerte, feliz de este reencuentro virtual.
Con cariño siempre,
CarmenGilda